A mi modo de ver, el black hat SEO, esa oscura faceta del posicionamiento web que busca manipular los algoritmos de los buscadores con técnicas deshonestas, asumiendo que con técnicas «legales» lo hacemos todos, está a punto de convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para la inteligencia artificial (IA) que alimenta esos mismos buscadores. No es una cuestión de «si», sino de «cuándo» y «cómo de grave» será el impacto.

La IA como objetivo y víctima del Black Hat

Tradicionalmente, el black hat se centraba en engañar los algoritmos «clásicos» de los motores de búsqueda. Eran reglas de algoritmo más o menos predecibles, con un conjunto de puntos débiles explotables. Sin embargo, con la omnipresencia de la IA en la clasificación de resultados, el juego cambia drásticamente. La IA aprende, se adapta y, en teoría, debería ser más resistente a la manipulación. Pero aquí reside el peligro: ¿qué ocurre si durante un periodo de tiempo determinado la IA se entrena con datos contaminados de forma premeditada o es susceptible a patrones de comportamiento manipulados, sus resultados se verán directamente afectados.

Imagina un escenario donde las técnicas black hat no solo apuntan a posicionar contenido basura, sino a engañar a la IA para que lo considere relevante y de alta calidad. Esto podría manifestarse de varias maneras:

Generación masiva de contenido de baja calidad optimizado para IA: Ya estamos viendo herramientas de IA que pueden generar texto. Si se usan para crear millones de artículos superficiales, plagiados o mal construidos, pero con las palabras clave y estructuras que la IA «espera» ver, los buscadores podrían empezar a mostrar estos resultados por encima de contenido genuino y de valor.

Manipulación de señales de usuario: Bots que simulan interacciones (clics, tiempo en página, porcentajes de interacción…) para convencer a la IA de que un contenido es popular o útil, aunque en realidad no lo sea. La IA, que valora estas señales para entender la relevancia, podría ser fácilmente engañada.

«Envenenamiento» de datos de entrenamiento: Si los modelos de IA se alimentan con conjuntos de datos donde el contenido black hat ya ha logrado posicionarse o ser percibido como relevante (quizás por manipulaciones anteriores o por fallos en los sistemas de detección), la IA podría aprender a valorar esos patrones tóxicos. Es como enseñarle a un niño que las noticias falsas son información veraz.

Enlaces engañosos o con destinos de dudosa calidad alimentados por estos pseudocontenidos que la IA ha validado, una granja de enlaces creada y validada por IA.

Black Hat

¿Qué implicaciones tendrá esto para el usuario?

La consecuencia más directa y preocupante es la degradación de la calidad de los resultados de búsqueda. Lo que hoy puede ser una molestia ocasional de encontrar un sitio web de baja calidad, podría convertirse en la norma.

Los usuarios, acostumbrados a la precisión de los buscadores, se encontrarán con:

Información sesgada o incorrecta: Si el contenido black hat logra manipular la IA, la información que se muestra podría estar plagada de errores, desinformación o simplemente ser irrelevante para la consulta.

Pérdida de confianza: Si los buscadores dejan de ser fuentes fiables de información, los usuarios buscarán alternativas, fragmentando la experiencia de búsqueda y disminuyendo el valor de estas plataformas.

Dificultad para encontrar contenido de valor: Los creadores de contenido legítimo y de alta calidad se verán perjudicados, ya que su trabajo será eclipsado por las estrategias black hat, haciendo más difícil que su contenido llegue a la audiencia adecuada.

Además, no podemos olvidar que las búsquedas se realizan más allá de los lugares tradicionales, Google ha pasado a ser uno más (mayoritario por ahora), pero TikTok con su algoritmo, las redes de Meta, incluso Amazon con su algoritmo pueden ser objeto de manipulación malintencionada.

El desafío para los gigantes tecnológicos

Los grandes actores como Google están invirtiendo miles de millones en IA para mejorar sus resultados. Sin embargo, el black hat representa una amenaza constante y evolutiva. La batalla será un juego del gato y el ratón, donde los desarrolladores de IA deberán anticipar y contrarrestar las nuevas tácticas de manipulación. Esto requerirá modelos de IA más robustos y adversariamente entrenados. Módelos que puedan identificar y resistir patrones de manipulación intencionada.

Monitorización constante y rápida detección: La capacidad de identificar nuevas técnicas black hat en tiempo real será crucial.

Y, por supuesto colaboración con la comunidad: Compartir información sobre nuevas amenazas y desarrollar herramientas conjuntas para combatirlas. Escuchar y aprender de los usuarios.

En mi opinión, el black hat no solo afectará los resultados de la IA en los buscadores, sino que pondrá a prueba la resiliencia y la adaptabilidad de estas tecnologías. La IA es increíblemente potente, pero no invulnerable. Y la calidad de la información a la que accedemos a diario depende, en gran medida, de cómo se gane esta batalla.

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Categorías: Marketing /
Josep Martínez
Josep MartínezAutor en Jardín de Ideas
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