La Inteligencia Artificial (IA) ha llegado a nuestras vidas y está influyendo en multitud de factores relacionados con nuestro día a día. Obviamente el Marketing Digital en toda la extensión que ello comporta, y concretamente el posicionameinto en buscadores, el SEO, no son ajenos a esta influencia. Ha llegado el momento de transformar nuestra forma de ver, pensar y, especialmente, tomar decisiones estratégicas para que nuestros clientes no se vean perjudicados ante esta evolución. Al igual que ha pasado con otros cambios vitales, la IA va a provocar una selección natural en la que, aquellos negocios menos preparados, van a sucumbir ante las nuevas oportunidades (quizá alguien vea amenazas) que nos esperan.
En cualquier caso, no debemos caer en la tentación de pensar que la IA es futuro, es presente y futuro, pero sobre todo presente. A día de hoy tenemos multitud de afectaciones tanto en SEO como en otras profesiones, que están marcando nuestras tareas diarias y, en consecuencia, requiere un fuerte aprendizaje para adaptarnos cuanto antes a los cambios.
Evolución de la inteligencia artificial en SEO
Debemos reconocerlo, nadie esperaba una evolución tan rápida y tan agresiva de la IA, nos la hemos encontrado de repente, aunque en Jardín de Ideas llevábamos más de dos años utilizando distintas Inteligencias Artificiales, entre ellas sintetic.ai que nos ha aportado valor añadido muy importante en nuestro día a día. Nadie era capaz de predecir en todo su alcance, el cambio acontecido en apenas unos meses; podemos llorar todo lo que queramos, pero nuestro equipo está convencido de que hay que adaptarse al cambio y dar lo mejor de nosotros en cada uno de los cambios que la IA nos ha «regalado».
En marketing digital hemos tenido que acometer unos cuantos cambios importantes en las prácticas y estrategias que adaptamos en cada proyecto y, a su vez, educar inteligencias artificiales adaptadas a cada nicho de mercado, siempre desde un punto de vista de marketing.
Más allá del «simple» algoritmo.
Hace unos años, trabajábamos el posicionamiento en base a palabras clave, densidades, backlinks, arquitecturas de información, estudios de competencia… En los últimos años, los buscadores se han vuelto más caprichosos y, a su vez, más exigentes. Enarbolando la bandera de las necesidades del usuario hemos visto algunos cambios que no hay por donde cogerlos, aumento de los espacios publicitarios y reservados para fines comerciales y un descenso del espacio para los resultados orgánicos.
La tan archinombrada «zona de luz», esa que se mostraba sin necesidad de hacer scroll y donde todos queríamos posicionarnos, se ha convertido en una zona de sombras que necesita hacer scroll para ser visualizada. Ocupar la primera posición puede ser sinónimo de llevarte más clics, obvio, pero tampoco es garantía de ello por la cantidad de ruido intermedio que encuentra el usuario que queremos «beneficiar». Y por si todo esto nos resulta poco, tenemos las respuestas a los usuarios que responden preguntas directas sin necesidad de visitar la página web del autor intelectual del contenido. Gracias.
Puede parecer que estoy derramando lágrimas de cocodrilo, pero nada más lejos de mi intención, lo que sí pretendo es poner en antecedentes de cual ha sido una parte del camino hasta llegar a la IA. Su llegada ha dado un giro radical a la forma en que los servicios de posicionamiento SEO y, por ende, del marketing digital, utilizamos de forma más eficiente las estrategias de marketing y concretamente del posicionamiento en buscadores. Ahora sí, nos hemos centrado al 90% en buscar un enfoque pensado para satisfacer al usuario, pero seguimos, y miente quien lo niegue, intentando manipular al algoritmo para que muestre nuestro contenido tan arriba como sea posible.
Hemos estado buscando hasta el último resquicio de error para poder trabajar sobre él y así intentar descubrir de que forma los algoritmos, hasta hace bien poco procesadores matemáticos procesaban la clasificación de resultados en las SERP.
Irrupción de la Inteligencia Artificial en el posicionamiento
Todo esto ha cambiado, pero no solo por la irrupción de la IA en el posicionamiento, también los buscadores han evolucionado para ser más «inteligentes» y sofisticados, cada vez se han introducido nuevos valores por los que conseguir un mejor ranking. Y claro, llega la IA y ahora, de repente, nos enarbolamos en defensores de la calidad del contenido, cuando llevamos años diciendo que lo que realmente funciona es el contenido de valor y que finalmente, una buena línea editorial suple de forma satisfactoria deficiencias técnicas, que vale más poco contenido y de calidad que mucho y mal estructurado.
Mi frase favorita, «aún no he visto al señór Google adquirir ni un solo producto o servicio online«. Son los usuarios quienes nos premian, escribamos, generemos contenido de calidad, si al usuario le gusta, a Google le tendrá que gustar.
Tenemos que comprender el comportamiento de los usuarios en una web, conocer su intención, si busca información o adquisición y proporcionar a nuestros visitantes aquello que buscan y con una buena experiencia de navegación. 1 minuto de tiempo, 3 o 4 clics máximo, ese es el tiempo de que disponemos para enamorar al cliente.
Autoridad a cambio de euros
Durante años he estado viendo como webs en declive estaban cargadas de backlinks que he tenido que ir desautorizando progresivamente, manipulación de algoritmo, igual que densidades de palabra clave alteradas y metidas con calzador en la página de origen para llegar a los mínimos que te marcaba la última tendencia, al final eran textos infumables y que ningún usuario acababa de leer. ¿De verdad tenías alguna visita referral de esos enlaces?
Lo he dicho antes y lo vuelvo a repetir, nuestro trabajo consiste en intentar engañar a los motores de búsqueda para aumentar la autoridad percibida de un sitio web. En utilizar los Guidelines que el propio Google te facilita para jugar al límite. Por suerte, últimamente llegan menos destrozos de backlinks masivos comprados pensando más en la cantidad que en la calidad. Mire usted, genere contenido de calidad y seguro que más pronto que tarde alguien le menciona y le enlaza. No hace falta volvernos locos negociando el enlace y el anchor text del enlace para que coincida con la palabra clave del destino.
Los algoritmos detectan y penalizan los enlaces con ese patrón (pero mientras lo detectan a ti te vale para ganar alguna posición).
Experiencia de usuario (UX)
La inteligencia artificial no es capaz, por ahora, de discriminar completamente el perfil de visitantes de una web. En consecuencia, no es capaz de definir una buena experiencia de usuario. Una vez más necesitamos seres humanos, con patrones humanos para determinar si haremos clic, scroll o abandonaremos una determinada página. Además, factores como la velocidad, la optimización para móviles y el diseño, no pueden depender exclusivamente de la IA, necesitan ese componente humano que le aporte diferencia, frescura…
La inteligencia artificial, utilizada con sentido común, puede ser una magnífica aliada para muchas de las tareas diarias de cualquier agencia de marketing digital. Pero claro, con sentido común. Las herramientas de Inteligencia artificial pueden ayudar a analizar grandes volúmenes de datos que nos permitan identificar patrones y tendencias, mejorar y optimizar estrategias de palabras clave, y también pueden ser útiles para optimizar contenido y predecir el comportamiento del usuario.
Usada de forma inteligente, la Inteligencia Artificial nos puede ayudar a ser más eficientes en el trabajo diario de los consultores SEO, además de ayudarnos a predecir patrones personalizados para los usuarios, pero siempre sin olvidar el lado humano, esas variables que las máquinas no pueden predecir. Si le preguntamos a la IA si el mes de agosto es buen momento para tomar un helado, la respuesta general es obvia, sí. Pero la IA no sabe que hoy está lloviendo a mares y no lo puede predecir de forma eficiente, ya que los patrones estadísticos determinan que en agosto no debería llover.
La utilidad de la IA
Donde sí, en mi modesta opinión, ha resultado eficaz la Inteligencia Artificial, es en las oportunidades que nos ha aportado para automatizar y personalizar procesos, algunos de ellos muy tediosos y que, la inteligencia artificial, nos ha ayudado a optimizar. Análisis de comportamiento, con multitud de datos, que nos ayudan a optimizar el CRO, especialmente en nichos de mercado muy competitivos y donde necesitamos acciones ágiles.
Optimización de contenidos y estrategias de palabras clave.
Si te dedicas al SEO, estaremos de acuerdo en que optimizar el contenido es una especie de combate de idas y venidas que, a veces, resulta muy difícil de comprender. Especialmente cuando pierdes alguna posición en beneficio de una web sin apenas contenido o sin estructura. Cuando ves eso, y sucede de forma frecuente, siempre me asalta la misma pregunta: ¿modifico y optimizo o espero?
En muchas ocasiones espero, sobre todo si se trata de palabras clave informativas, es tráfico, sí, pero no es relevante a priori para la conversión; aunque este tema también daría para mucha discusión.
Además, cada vez de forma más frecuente, podemos observar como las búsquedas son menos lógicas, tenemos que avanzarnos y predecir las búsquedas de los usuarios y no es sencillo, pero los patrones estadísticos de la Inteligencia Artificial nos pueden ser muy útiles también en los estudios de palabras clave. No será la primera vez que me sorprendo con algunas sugerencias de la IA. Palabras en tendencia, para nichos pequeños y que no figuran en las Bases de Datos convencionales de nuestras herramientas habituales. Personalmente siempre me ha gustado medir, modificar y volver a medir, sin medir no puedes mejorar, y reconozco que la IA me ahorra bastante tiempo.
Herramientas avanzadas de Inteligencia Artificial
Hace tiempo que, sin tener herramientas de Inteligencia Artificial avanzadas, ya discutíamos sobre la necesidad de las variaciones semánticas en el texto, esto era allá por 2017. Estábamos comprobando que cuanto más rico era el texto a nivel semántico, más posibilidades de inclusión de palabras clave que tarde o temprano aparecían en las búsquedas. Podemos automatizar herramientas para que realicen auditorías de contenido y ello nos permite identificar mejoras y actualizaciones que, de otra manera serían muy complejas, contenido obsoleto, problemas de lectura, optimización de imágenes, etc…
Mejorar los análisis de contenidos, de usuarios y personalizando para obtener una mejor experiencia de usuario, sin duda, mejorará nuestras conversiones.
La Inteligencia Artificial y el SEO han de complementarse, hemos de ser capaces de usar la inteligencia artificial en nuestro beneficio y el de nuestros clientes. Creo que las herramientas de análisis son muy poderosas y nos permiten mayor eficacia con menos esfuerzo. No obstante debemos seguir humanizando el proceso, no podemos dar a nuestros clientes un copia y pega de resultados obtenidos mediante inteligencia artificial. Hemos de aprender a convivir con la inteligencia artificial y adaptarnos a los cambios que vienen, es esencial para la sostenibilidad del marketing digital de nueva generación.